miércoles, 13 de abril de 2011

EVALUACIÓN DE LOS MEDIOS DIDÁCTICOS Y SU INTEGRACIÓN AL CURRÍCULO EDUCATIVO

    
Dentro de un proceso gerencial en el ámbito educativo se destaca la necesidad de evaluación, como parte fundamental de la planificación previa y del necesario control de procesos y resultados.
     Existen estándares de calidad que están conformados por aspectos funcionales y aspectos técnicos- estéticos. Los aspectos funcionales se refieren a: Eficacia, facilidad de uso, accesibilidad, bidireccionalidad, carácter multilingüe, créditos, ausencia de publicidad y fuentes múltiples de enlaces. Los aspectos técnicos se refieren a: Calidad del entorno, calidad y cantidad de los elementos multimedia, calidad de los contenidos, navegación, hipertextos, interacción, ejecución fiable, velocidad y visualización adecuada, originalidad y tecnología avanzada, atractivo y adecuación a los destinatarios.
     Al centrarse en la evaluación de medios didácticos, los criterios que se utilicen deben estar de acuerdo con la intencionalidad de la evaluación: Cuáles tienen más información sobre un tema, cuáles son los mejores desde un punto de vista técnico, cuáles son los más adecuados para unos estudiantes determinados, etc. y con los destinatarios de la misma: docentes, alumnos, coordinadores, diseñadores de medios, etc.  De igual modo,  otro  de los criterios más relevantes es la eficacia didáctica, es decir, su funcionalidad como medio facilitador de aprendizajes. Como la eficacia didáctica al utilizar estos materiales depende básicamente de dos factores, las características de los materiales y la forma en la que se han utilizado con los estudiantes, suelen considerarse dos tipos de evaluación:
·         Objetiva: Se centra en valorar la calidad de los medios didácticos. Generalmente la realiza un especialista a partir de un estudio exhaustivo de las características del material, sin que intervengan los destinatarios finales del medio didáctico. No obstante, en ocasiones, cuando las administraciones públicas e instituciones académicas quieren hacer una evaluación en profundidad de un producto, los materiales son utilizados y valorados por diversos especialistas y destinatarios finales del producto. En cualquier caso, la evaluación suele hacerse a partir de la consideración de unos criterios de calidad que se concretan en unos indicadores que se pueden identificar en mayor o menor medida. Los resultados de la evaluación se suelen recoger en unas plantillas que incluyen diversos apartados: identificación del producto, valoración de acuerdo con los indicadores, evaluación global y comentarios.
·         Contextual: Valora la manera en la que se han utilizado los medios en un contexto educativo determinado.

     La evaluación ha de abarcar desde el diagnóstico previo hasta la planificación didáctica, el proceso aplicativo y los resultados, sean éstos previstos o no, conjuntamente con  la evaluación de la actividad desarrollada por los docentes tutores y por el conjunto de la institución educativa.

Evaluación del diagnóstico
     La evaluación del diagnóstico garantiza que la propuesta se adaptará a las necesidades, características y contexto que envuelve a sus destinatarios.

Evaluación de la planificación
     Consiste en la determinación de cada uno de los elementos (contenidos, estrategias metodológicas, recursos didácticos, criterios de evaluación) que constituyen la propuesta en cuestión, así como sus mutuas relaciones. En la revisión de la estructura pedagógica se verificará la presencia e idoneidad de elementos como los siguientes:
• Claridad y adecuación del lenguaje empleado según el medio  utilizado y las características de los destinatarios.
• Incorporación de orientaciones meta cognitivas, que faciliten un aprendizaje significativo y desarrollen el hábito de aprender.
• Incorporación de incentivos motivadores, que rompan el aislamiento propio del sistema y favorezcan la continuidad en el aprendizaje.
• Posibilidad de personalización de los aprendizajes.
• Fomento de la transferencia, para que los aprendizajes logrados en el programa sean útiles para situaciones diversas.
• Posibilidad de la autoevaluación y heteroevaluación.
• Creación de canales bidireccionales para realizar consultas.
• Previsión para proporcionar ayudas a los destinatarios que las precisen.
• Incorporación de instrumentos para la evaluación de resultados.
     La institución responsable del programa velará para que los autores cumplan con los requisitos fijados respecto a extensión, presentación, referencias, etc. de los materiales didácticos, a fin de que estén adaptados al modelo pedagógico sustentado y para facilitar su edición. La síntesis de todo el proceso de evaluación de la planificación permitirá introducir las modificaciones que convengan.
Evaluación del proceso aplicativo
     La evaluación del proceso de aplicación de la propuesta deberá velar por el cumplimiento de lo previsto en la planificación así como la valoración de las respuestas dadas a las situaciones no previstas, pero siempre apoyado en la posibilidad de tomar decisiones respecto a los posibles ajustes a realizar para que cumpla sus propósitos; ello implica la existencia de una planificación abierta a la posibilidad de cambios, la introducción de elementos evaluativos durante la aplicación del programa y una actitud correctiva en los responsables del mismo.
Los elementos objeto de evaluación durante la aplicación del programa son, entre otros, los siguientes:
• Cumplimiento de las fases aplicativas previstas en el programa.
• Ajuste temporal a las previsiones establecidas.
• Consecución de los logros previstos de carácter intermedio.
• Mantenimiento de los destinatarios en el programa (evitando o minimizando las deserciones).
• Idoneidad de los materiales didácticos en cuanto a sus objetivos y estructura.
• Actitudes despertadas hacia el programa y hacia la institución responsable.
• Nivel de utilización de los canales comunicativos establecidos entre los destinatarios y la institución y de aquéllos entre sí.
• Adecuación de las respuestas dadas a las peticiones de consulta o a las dificultades surgidas.
     Las técnicas de evaluación aplicadas a esta fase pueden ser muy diversas, de acuerdo con la naturaleza de los objetos de la evaluación. Las más comunes son:
a) Seguimiento longitudinal de todo el grupo destinatario del programa o de una muestra representativa del mismo. En el grupo estudiado se pueden advertir de manera explícita algunos de los elementos objeto de evaluación: mantenimiento en el programa, nivel de utilización de los canales de comunicación, número de consultas formuladas, nivel de realización de las actividades, etc. Esta metodología proporciona una visión secuencial y dinámica de todo el proceso. b) Estudio de casos concretos, mediante la técnica de la observación directa o la entrevista; c) Análisis de documentos y mensajes emitidos por los destinatarios durante la aplicación del programa. El estudio del contenido de tales mensajes proporciona información sobre las actitudes despertadas y el nivel de comprensión; d) Consultas periódicas mediante encuestas; e) Autoevaluación de los mismos participantes de forma voluntaria.
Evaluación de los resultados
     La evaluación de los resultados ha sido muchas veces la única fase contemplada en la evaluación de programas, bajo el supuesto de que lo fundamental es la constatación de los logros alcanzados en función de los objetivos previstos en la planificación, pero ya se ha insistido en  la importancia de las otras fases de la evaluación, precisamente para lograr los resultados esperados. Se pretende constatar el logro de los objetivos previstos en la planificación, pero ésta es la resultante de la fase de diagnóstico previo de necesidades y del análisis del contexto. Por otra parte, durante el proceso de aplicación del programa también se pueden establecer objetivos no previstos inicialmente y, llegado el momento de verificar los resultados, hay que tener presente que siempre se producen logros no previstos, de carácter positivo o negativo, que habrá que considerar.
Evaluación de la inversión-eficacia
     Implica una valoración económica de los recursos invertidos en comparación a los resultados logrados, que engloba no solamente recursos económicos, sino de personal y tiempo, y que proporciona una medida de la eficacia de los medios.

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